El pasado mes de marzo, la Red de Teatros de Navarra (RTN) cumplió dos años de existencia. Nació por la voluntad de asociarse y trabajar en común de 24 ayuntamientos que disponían de un espacio escénico con los requisitos mínimos para ofrecer a sus ciudadanos representaciones de artes escénicas con la máxima dignidad y garantizar a los artistas la asistencia técnica en sala que requieren sus espectáculos, además de disponer de gestión cultural profesional –un requisito absolutamente imprescindible– y programación estable.
Hoy somos 29 socios, pues en este corto periodo de tiempo cinco nuevos ayuntamientos se han sumado al proyecto, lo que sin duda es un hecho reseñable, pues demuestra que son más las ventajas que los inconvenientes de trabajar en red. Y auguro que pronto seremos más, cuando algunos municipios que disponen de buenas dotaciones terminen de cumplir los requisitos estatutarios y se homologuen a las formas de gestión profesionales que son necesarias en un mundo cada vez más complejo y cambiante como el de las artes escénicas.
La Red de Teatros de Navarra es un caso singular dentro de las redes y circuitos que funcionan en España, porque no depende del Gobierno autonómico o de una diputación, sino que es una asociación voluntaria de municipios. Eso hace más compleja la gestión, pero también la vuelve más rica, puesto que las decisiones no se toman de abajo-arriba, sino de una forma horizontal. En nuestra red, los acuerdos se aprueban con el consenso de los socios. Todos tienen voz y su voto tiene el mismo valor, independientemente del tamaño de municipio asociado: la opinión de Burlada, con 18.000 habitantes –la localidad de mayor tamaño– cuenta lo mismo que la de la más pequeña, Los Arcos, con sólo 1.200 habitantes. Esta disparidad sorprende al observador ajeno, pero refleja bien la pluralidad de Navarra: en la RTN hay 7 municipios con menos de 3.000 habitantes, 6 que superan esa cifra pero no llegan a los 5.000, 11 con entre 5.000 y 10.000 habitantes y 5 por encima de esa cifra.
Escribía antes que las decisiones en la Red de Teatros de Navarra se toman de forma horizontal. Siendo 29 municipios, y abarcando todo el territorio, los ayuntamientos de la RTN están gobernados por partidos políticos de todo el espectro político. El espíritu de consenso y de pensar siempre en el interés de los ciudadanos de nuestras localidades, antes que en los intereses políticos de quienes les gobiernan, bien podría servir de ejemplo a otras administraciones. Bien es cierto que los 29 ayuntamientos socios hemos sido especialmente cuidadosos en estos dos años de trabajo, debido al interés que teníamos de demostrar que se podían hacer bien las cosas, tras la desafortunada experiencia de la Red de Teatros que, sin la gestión directa de los municipios, apenas dio resultados palpables en sus años de mal funcionamiento, entre 2009 y 2011.
Pocas redes tienen socios tan dispares, ni cuentan con municipios con tan poca población –pero que disfrutan de instalaciones envidiables, y conviene recordarlo para no perder la perspectiva cuando se habla de la situación de la cultura en España y el compromiso con ella de muchos municipios–. Y el tamaño tampoco significa que no estén ofreciendo a sus ciudadanos una oferta variada y de calidad contrastada como la de municipios más populosos.
En los últimos seis meses, los que van de otoño a marzo, que es el momento en que más programación de artes escénicas de interior hay, la Red de Teatros de Navarra ha programado 210 representaciones (39 en octubre, 47 en noviembre, 21 en diciembre, 29 en enero, 31 en febrero y 38 en marzo). Para todos los públicos, en euskera y castellano, y en todas las modalidades de artes escénicas: teatro, música y danza. Una oferta variada y sostenida, realizada con recursos propios y gracias a la colaboración con el Departamento de Cultura del Gobierno de Navarra, con quien trabajamos en para desarrollar programas que están teniendo gran repercusión en nuestros públicos. Se ha puesto de manifiesto en el Programa De Gira, un pequeño hito porque ha permitido por primera vez que las ayudas a la producción a las compañías artísticas navarras vaya acompañado de una ayuda para favorecer la exhibición, una demanda histórica de gestores y artistas que se ha hecho realidad esta legislatura.
En estos dos años, los 29 socios hemos construido unos cimientos sólidos que, sin duda, van a permitir en los próximos años una mayor actividad y proyección de la RTN. Los más visibles para el ciudadano están ahí: contamos con una potente página web y presencia en redes sociales para incrementar la información a nuestros públicos; disponemos del mejor catálogo de recintos escénicos actualizado del país, a juicio de las compañías artísticas, que les ayuda a programar mejor sus giras; 18 municipios ofrecen venta anticipada de entradas gracias a una herramienta que nos permite conocer mejor a nuestros públicos, paso previo e imprescindibles para implantar políticas de captación; y los socios, en grupos reducidos que se generan por afinidades, continúan desarrollando la cultura de trabajo en red para programar parte de su programación de forma coordinada, abaratando los cachés y haciendo más efectiva la promoción de los espectáculos.
Con espíritu de diálogo, sin prisas pero sin pausa, queremos profundizar en el trabajo en red, extender la venta anticipada a más socios, promover la incorporación de nuevos ayuntamientos, apoyar a los ayuntamientos más pequeños o con más dificultades económicas para evitar una RTN con “dos velocidades”, iniciar políticas de captación de públicos, incrementar la formación de los trabajadores de nuestros espacios escénicos, coordinarnos para eliminar la saturación de la oferta en determinados momentos del año y para racionalizar la política de precios de venta de las entradas.
Son retos que nos hemos marcado y parte del trabajo que nos espera en la próxima legislatura. Para ello necesitaremos el mismo grado de acuerdo interno que hemos alcanzado hasta la fecha, y que no dudo se repetirá. Por supuesto, también esperamos el mismo compromiso que ha tenido el Departamento de Cultura del Gobierno de Navarra hacia la RTN, que cristalizó en el Convenio de colaboración que nos garantizó un marco estable de financiación de 2013 a 2015 y que tendremos que volver a negociar con el Departamento antes de finalizar el año.
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